El proyecto consiste en el rediseño de un edificio de viviendas de 3 niveles para reconvertirlo a una clínica de corta estancia con quirófanos, cuartos de recuperación, consultorios y áreas administrativas entre otras cosas. Presenta una composición arquitectónica contemporánea en la que se prioriza la sobriedad volumétrica y el equilibrio entre llenos y vacíos. La fachada se resuelve con planos limpios de acabados en aplanado fino pintado en tonos neutros, contrastados con franjas de recubrimiento pétreo que aportan textura y un carácter sólido al conjunto. La extracción del pretil en la parte superior se plantea como un recurso formal que permite aligerar el remate de la volumetría, generando un juego de sombras que enfatiza la horizontalidad del proyecto y aporta dinamismo a la composición.

El acceso principal se enmarca con un volumen retranqueado que otorga jerarquía al ingreso, acompañado de cancelería en aluminio con cristales de control solar que permiten la entrada de luz natural sin comprometer el confort térmico interior. La proporción de las ventanas responde a una lógica funcional y estética: amplias en las áreas sociales para favorecer la relación interior-exterior, y más discretas en los espacios privados, garantizando privacidad.

Se integran elementos de herrería en tonos oscuros que contrastan con la paleta clara de los muros, aportando ligereza visual y continuidad lineal al diseño. La cubierta ligera sobre algunos accesos y circulaciones exteriores aporta protección climática mientras refuerza la lectura horizontal de la fachada.

El diseño paisajístico, aunque contenido, acompaña la volumetría al incorporar jardineras lineales que suavizan la base del edificio, complementando el carácter sobrio y elegante del proyecto. La suma , de uso controlado de materiales, la extracción del pretil como gesto arquitectónico y la integración de la vegetación— dota al conjunto de una presencia contemporánea y equilibrada, logrando un proyecto sólido en su expresión formal y funcional.